La
sangre recogida en los mataderos puede ser tratada y convertirse en
un recurso.
Un
primer tratamiento se llama coagulación. La sangre fría no tratada
se envía a un decantador horizontal con tornillo con la adición de
vapor. Cuando la separación es óptima, la fase líquida que sale
del decantador se asemeja a un cappuccino blanco opaco. La fase
sólida, en cambio, es polvorienta y seca. La fase sólida puede ser
secada en una etapa posterior.
Un
procedimiento diferente separa el plasma de la hemoglobina partiendo
siempre de sangre fresca. En este caso, se necesita un separador
vertical a discos líquido-líquido sin descarga.