Con
el término fangos nos referimos a numerosas aplicaciones.
Principalmente
hay fangos industriales, es decir, aquellos derivados de los procesos
y lavados industriales.
Existen
fangos de diversas industrias: minera, química-física, de
queserías, de alumbre, de baterías, de papelera, de hidróxidos, de
plantas de pintura, municipales, de mataderos, de plantas oleicas, de
depuración química y biológica, de curtidurías, de destilerías,
de plantas de tomate, de instalaciones de cría de animales como
bovinos y porcinos, lodos de tanques, de procesamiento de
subproductos industriales, acondicionados con productos aglomerantes,
cal y muchos otros tipos de fangos. Sin embargo, casi todos se tratan
con el mismo enfoque.
Los
casos particulares incluyen la presencia de materiales peligrosos
dentro de los fangos y/o ácidos, una fase oleosa o una fase sólida
particularmente abrasiva o que requiere varios tratamientos debido a
su naturaleza.
En
general, los fangos son una fase líquida, a menudo en grandes
cantidades, con una fase sólida suspendida que debe ser eliminada.
Por
esto, el uso de decantadores horizontales, incluso de tamaños
enormes, es muy conocido.
Existen
numerosos competidores que fabrican decantadores, especialmente para
empresas de depuración municipales.