La cerveza se obtiene al añadir cereales,
levaduras, lúpulo y otros ingredientes al agua. En una segunda fase,
es necesario eliminar estos productos sólidos para obtener una
cerveza clara y limpia.
Normalmente, las cervecerías utilizan
fermentadores para la producción de cerveza, lo que implica tiempos
largos. La centrifugadora permite reducir los tiempos de espera y
aumentar la cantidad. En este proceso, no se pierde la calidad del
producto y es adecuada para todos los tipos de cerveza.
Un separador es eficaz, continuo y autopulente.