La industria utiliza una enorme variedad de
extractos aromatizados. Estos se producen gracias a enzimas y/o
alcohol y luego se destilan para que el alcohol se separe de los
aromas disueltos.
La centrífuga se utiliza para separar la biomasa
agotada del alcohol. Un decantador puede realizar el primer paso para
eliminar la mayor parte de los sólidos que obstruirían la
centrífuga vertical en la fase siguiente de clarificación.
La extraordinaria fuerza centrífuga de la
centrífuga vertical, a continuación, separa el alcohol dejándolo
perfectamente limpio y clarificado de su biomasa residual.