El aceite de mantequilla se produce de dos maneras
diferentes: la primera es a partir de la fusión de la mantequilla,
en cuyo caso debemos clarificar el producto con un separador vertical
a discos trifásico (agua al 30%) que separa un aceite ya limpio al
99% con la primera pasada. Una segunda pasada con lavado separa un
aceite limpio al 99,8%. La segunda manera es partir de la nata: en
este caso, el proceso es más complicado y requiere un separador
especial tipo para degomado y un clarificador final.