La búsqueda de aceites más económicos, como el
aceite para motores, ha llevado al uso del aceite de anacardo.
Este aceite, que es difícil de tratar, debe, al
igual que otros, ser tratado y purificado de sus componentes
contaminantes (agua al 1% y sustancias sólidas en suspensión).
Un decantador, como primera fase de separación,
elimina la mayor parte de la parte sólida.
La centrifugación de la fase líquida mediante un
separador vertical a discos completa el proceso de purificación del
aceite. Se recomienda una alta temperatura en el proceso para mejorar
la separación.